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La música clásica como música de fondo en el aula tiene grandes beneficios para el alumnado, como fomentar la educación musical y emocional, generar el placer de aprender, conseguir un estado óptimo de relajación y mejorar la asimilación de información. La escucha activa de la música clásica aumenta la capacidad de memoria y de concentración, que son elementos importantes en el desarrollo cognitivo.
Efecto Mozart: para estimular la inteligencia y relajar la mente y el cuerpo.
Las cuatro estaciones de Vivaldi.
Beethoven: Sinfonía nº 5.