La decoración navideña es una valiosa oportunidad para estimular el lenguaje y el desarrollo cognitivo y sensorial de nuestros hijos/as, al mismo tiempo que mejoramos la atención y la coordinación y disfrutamos con ellos. Podéis tener en cuenta las ideas que reflejo a continuación para dicha tarea. Así, mientras decoramos el ÁRBOL DE NAVIDAD podemos aprovechar para:
* Contar y aprender y/o repasar los números y mejorar el cálculo mental.
* Observar las bolas y guirnaldas y aprender y/o repasar los colores.
* Percibir diferentes texturas de las bolas, el árbol, cintas, luces...
* Percibir los sonidos que producen las guirnaldas, bolas u otros adornos al tocarlos o rozarlos.
* Aprender las formas geométricas.
* Aprender a diferenciar medidas agrupando las bolas del mismo tamaño o las guirnaldas de la misma longitud, por ejemplo.
* Centrar la atención en las luces del árbol, observando los colores, formas y ritmos de intermitencia.
Si montamos el BELÉN podemos aprovechar para:
* Enseñarles los animales y los sonidos que emiten. Las onomatopeyas de animales son un recurso muy importante para estimular el habla y el lenguaje.
* Explicar los diferentes oficios que representan las figuras: pastor, mercader, agricultor...
* Colocar las figuras con precisión y en el lugar adecuado, estimulando la coordinación viso-manual y la motricidad fina.