La discriminación auditiva o capacidad para diferenciar unos sonidos de otros es una habilidad básica para la adquisición del habla y la lectoescritura. Por eso, la trabajamos habitualmente en el aula de Audición y Lenguaje usando distintos materiales: instrumentos musicales, objetos de uso frecuente, grabaciones de sonidos ambientales o estas campanitas de sobremesa afinadas, con las que aprendemos a diferenciar las distintas cualidades del sonido.